El corazón de los maratonianos y los ciclistas tiene más riesgo de arritmias

Lunes 11 de Noviembre del 2019

El ejercicio moderado protege de fibrilaciones pero puede dañar cuando es de alta intensidad

El corazón de los maratonianos y los ciclistas tiene más riesgo de arritmias

Un grupo de corredores durante el maratón de Barcelona celebrado el pasado 10 de marzo (Llibert Teixidó)

El ejercicio es saludable, pero la actividad física muy intensa, el ejercicio de resistencia de forma continuada durante mucho tiempo son ingredientes del cóctel de riesgo cardiovascular. Eso significa que maratonianos, ciclistas o esquiadores de fondo son algunos de los deportistas que cuando se ejercitan mucho, y durante más de 10 años, presentan más riesgo de arritmias. Ocho veces más que la media de la población. Una gran paradoja, porque la actividad moderada reduce drásticamente el riesgo cardiovascular.

“Aunque los beneficios de esa actividad son muy superiores que ese riesgo si comparamos con quienes no hacen nada. El sedentarismo es mucho peor para la salud”, advierte Eduard Guasch, experto en arritmias de Clínic e investigador del Idibaps que ha participado en un estudio sobre esos problemas cardiacos asociados al deporte.

Los ciclistas que se ejercitan mucho y durante mucho s años figuran en el grupo de deportistas con más riesgo de arritmias

Los ciclistas que se ejercitan mucho y durante mucho s años figuran en el grupo de deportistas con más riesgo de arritmias (César Rangel)

En su investigación, realizada sobre ratas sometidas a distintas intensidades y tiempo de ejercicio sobre una cinta de correr, han descubierto que hay partes del corazón especialmente vulnerables en ese grupo de víctimas del ejercicio intenso y continuado. Y que el daño que deriva en patología se produce y acumula lentamente a lo largo de años.

Se trata del ventrículo derecho y las aurículas, cuyas paredes son más delgadas que las del ventrículo izquierdo, la parte grande y gruesa del corazón. “Zonas que no son tan fácilmente observables por su tamaño y colocación. Y es precisamente allí donde hemos encontrado fibrilación y arritmias en las ratas sometidas a ejercicio de resistencia continuado e intenso”, explica Guasch.

La investigación ha descubierto que hay partes del corazón especialmente vulnerables al ejercicio intenso y

No le pasa a todos los maratonianos o ciclistas. “Son algunos, y no la mayoría, los que hacen unos cambios adaptativos en sus corazones que les hacen más vulnerables a arritmias auriculares”, apunta Marta Sitges, directora del Instituto de Enfermedades Cardiovasculares del Clínic. “El ejercicio es muy bueno, pero en esos niveles de actividad extrema no todos los corazones se adaptan del mismo modo. Creemos que esos cambios adaptativos, la dilatación del corazón y la fibrosis principalmente, pueden favorecer las arritmias. Pero no lo hemos podido demostrar”, explica la cardióloga. De momento lo han observado en ratas.

El experimento

Ratas en la cinta una hora, cinco días a la semana

Para comprobar el impacto de la actividad física intensa y prolongada en el corazón de ratas y así intentar averiguar qué pasa en algunos de los humanos que hacen eso mismo, el equipo del Idibaps dirigido por Eduard Bosch, estudió tres grupos de roedores. Uno, sedentario;, otro de ejercicio moderado (correr 35 centímetros de cinta en 45 minutos); y el tercer grupo, las ratas maratonianas: 60 centímetros de cinta durante 60 minutos cada día, descansando dos a la semana, y así durante 16 semanas. Teniendo en cuenta que viven unos dos años, es lo que equivaldría a los 10 años de un humanos que corra intensamente y de forma continuada.

Los investigadores provocaron taquicardias ventriculares en el 42% de las ratas de ejercicio intenso y sólo en el 6% de las sedentarias, que tendrán otros problemas, pero no este. Indujeron fibrilación auricular en el 64% de las ratas entrenadas y solo en el 15% de las sedentarias. Demostraron que en el ventrículo izquierdo, el efecto del ejercicio físico intenso es similar al moderado.Y tras 16 semanas de ejercicio intenso apareció fibrosis, cicatrices, en la aurícula y el ventrículo derecho: los resultados sugieren que el daño se produce y acumula lentamente, a lo largo de los años, explica Guasch.

Los especialistas aconsejan revisarse el corazón periódicamente cuando se hace ejercicio. En la imagen,  la futbolista Brenda Pérez durante un reconocimiento médico

Los especialistas aconsejan revisarse el corazón periódicamente cuando se hace ejercicio. En la imagen, la futbolista Brenda Pérez durante un reconocimiento médico (RCD Espanyol)

¿Qué implican estos hallazgos aún llenos de preguntas? “Que la gente debería revisarse el corazón mucho más cuando hace ejercicio. Hay quien se gasta 400 euros en unas magníficas zapatillas y no acude a controlar su estado en un centro especializado. Hay 250 equipos de medicina deportiva en Catalunya, y en cambio se hace deporte con un gran descontrol”.

Los investigadores y cardiólogos analizan también si será necesario cambiar la pauta de actividad en los deportes con más riesgo cardiaco. “No sabemos por qué hay quien tiene más riesgo, pero influye ser hombre –las maratonianas extremas no tienen mayor riesgo que el resto de la población–, y un gran volumen de entrenamiento”, explica la cardióloga deportiva del Clínic María Sanz.

“No sabemos por qué hay quien tiene más riesgo; pero influye ser hombre y un gran volumen de entrenamiento”

María Sanz Cardióloga Deportiva, H. Clínic

Falta investigación para concluir nada, pero tienden a pensar que influye un entrenamiento que no guarda el equilibrio entre carga y descanso, “algo más propio de personas que tienen otro trabajo, no profesionales”. Detectan variaciones entre deportes: los nadadores tienen menos problemas que los ciclistas y en balonmano hay muchos más cambios adaptativos que en baloncesto y fútbol. “Pero además hay una gran variabilidad personal”.

Es lo que el estudio de Guasch intenta entender. “La constatación de que las paredes de las aurículas y el ventrículo derecho sufren en una actividad muy intensa nos indica que hay que estar atentos a estas zonas. El ventrículo izquierdo es el que mejor se ve, el mayor, la pieza principal que bombea la sangre a todo el cuerpo y la más controlada en las revisiones. Pero puede estar perfectamente y el deportista sufrir arritmias por los daños no observados en esas otras zonas”, concluye el investigador.También es relevante en el rendimiento del deportista: “si esas zonas están más sensibles podrían agotarse antes”.

Fuente:  http://ow.ly/aBDE30pRWYN